Muchos vais a pensar que estoy como una puñetera cabra… No os quitare la razón, pero me he pasado todo el puñetero día cantando una canción inventada por mí misma…. (Toda una vergüenza para los artistas del mundo musical….) Pero no lo puedo evitar… Y la culpa es de un gran amigo mío…

Naaaaa nana nana…naa…. Naaa nanaa…

Yyyy pintuuuurreoo con laaa broooochaa goordaaaaa….

Piiiintaaando al muuundoo de color Pink!! Pink!!...

Pink Pink Pink!

Yyyy pintuuurreeoooo cooon la brooocha… ¡gorda!…..

Sooooyy piiiintor…. Piiiiintor… y deeee colooooreeess pinto…

La caaasaaa dee... misss sueeñooooss…. Piiintoooo…

Nanaaaa nanaaaa nananananaaaa….

Soooooy pintooooor… pintooooor… y coooon la brochaaa gordaaa pintuuurreoooo

De colooor.... Pink Pink Pink!!

Yyy deee coooloooreesss pintuuuurreoooo cooon la brooochaaaa....

Sooooyy piiinnntooooor........ naa... naaa.....

No me importa como eres, ni de dónde vienes.

No me importa qué haces, ni qué eres.

No me importa nada…

Sólo quiero que seas tu mismo.

Quiero verte reír, llorar,

acariciar, gritar, sufrir, odiar, amar,…

Quiero conocer tus altibajos,

Poder saborearlos con dulzura

Y escupirlos con amargura.

Sabes lo que pienso, sabes lo que siento.

Mi corazón no sabe quién eres,

pero sabe qué eres.

Si no me has entendido, acércate,

Que te lo diré al oído,

Pero antes cierra los ojos y siente la vida.

No me importa tu color de la piel, ni tu raza.

No me importa tu religión, ni tu sabiduría.

Sólo te quiero a ti.

¿Lo sabías?

( Importar = Querer = Saber )

No cambiaría ni un sólo hecho de mi vida, porque sino jamás sabría lo que sentiría, ni cómo me haría madurar cada paso que doy a lo largo de mi camino. La diferencia es que ahora, cada nuevo día es como una página en blanco de mi diario, pues no sé que va a ser de mi vida, ni lo que voy a hacer hoy, o con quién tomaré el café de cada tarde.

Pero sufro tanto por no poder tocarte, por no poder darte un abrazo, por no poder contarte tantas cosas... Intento que nada me afecte, que mi mente esté blindada por lo que pueda ver. Sean ilusiones ópticas o una realidad dolorosa. Solo temo que no te llené de mí, cuando aún había tiempo, cuando estábamos juntos.

A pesar de todo, me basta con saber que eres feliz y sonrías cada día. Y sé que las noches sin mí son las mejores, digan lo que digan, digas lo que digas...

Jamás imaginé que llegaría a pedirte que me reconquistes, pediéndotelo de rodillas y besando tu mano. Reconquístame de nuevo con tu mirada, con tu forma de sonreír, con tu forma de tocar mi mejilla. Con tus gestos corporales, gestos de tu lenguaje que lo desvelan inequívocamente. Reconquístame con tu gomina en el pelo, con tu perfume que me vuelve loca y tus mejores vestimentas.

Jamás imaginé que gritara a los cuatro vientos de que te quiero desde el primer instante en que te vi. Sé que no me quieres ver, pero quiero que sepas que me equivoqué. Tengo la certeza de que eres todo un amor. Te quiero como siempre te quise. Sé que seguimos unidos y cada día más, y que nada nos separa ni destruye nuestro amor, aunque nos separan dos caminos diferentes.

Te espero suspirando. ¿Qué puedo hacer yo por ti? Aunque sea por última vez, pide lo que tú quieras.

Hasta en lo más profundo de tus entrañas, hasta en lo más profundo de tu corazón, deseas que todo se acabe, al igual que yo. Aprenderemos todos los misterios del amor, dejaremos que nos surja lo que tenga que surgir.

Pero mientras tanto, aquí sentada suspirando, regreso al tiempo en que te conocí, y empezaré desde cero imaginándome cada escena de mi vida contigo.

Dime tan sólo una razón convincente de que te ame más que nunca, que regrese a ti. De lo contrario quemaré tus fotos, borraré cada recuerdo tuyo, en el ordenador, en cada prenda de ropa, cada muñeco e incluso tu número de teléfono para no llamarte más.

Anoche soñé con mi blog. Que escribía tantas historias, tantas cosas que llegaba a tener una pequeña plataforma de fans ¡Qué gracia! Como yo modero los comentarios, tengo la opción de rechazar o publicar cualquier comentario que hiciesen. Pues en mis sueños recibía mensajes con nº de teléfono para que pudiera contactar con esa persona, ya q no tenía otro medio... O correos electrónicos para agregarles en el MSN. Evidentemente apuntaba los que me convencían y luego eliminaba esos mensajes para no publicarlos, que no salieran a la luz.

¡Vale! Ya sé que en la vida real eso jamás sucederá, pero estaría genial que me llovieran pretendientes como lo viví anoche...

Ven, acércate, te quiero hablar… La música de fondo está sonando ahora… En silencio estamos los dos, tumbados con la mirada perdida entre las estrellas… Tu mirada me hace saber que te estoy haciendo daño, también tú me haces daño, pero necesito que me escuches.

Sé que es muy dolorosa esta situación, pero acércate… Te quiero hablar del amor… Quiero decirte todo lo que siento, todo lo que sé. Háblame después, pero no me digas sólo un adiós…

Me siento tan sola que no puedo dejar que nadie me abrace… Se han apoderado en mí todos los sentimientos más extraños que existen, no sé si entre ellos está el amor…

Estoy triste porque veo cosas que me hacen estremecer, demasiada complicidad ajena, demasiada atención, demasiadas sonrisas, demasiadas miradas, pero sé que todo se puede superar, es cuestión de tiempo y girar la cabeza mirando a otro lado.

Aún así quiero hablarte, ven y contéstame, dime algo que no sea un adiós.

No me puedo creer el cambio que has hecho en mí. Sabes que lo eres todo para mí. Todos los recuerdos me llevan a ti, jamás olvidaré tu olor cuando te abrazaba, o cuando hacíamos el amor, incluso te olía en mi cama sin tu presencia. Tus huellas están aún en mi piel, no las borraré jamás y todas las noches en mis sueños estás.

Cada vez que te veo, nos comportamos como dos extraños… Cómo hemos cambiado… ¿Qué nos ha pasado?

De pronto me pongo a pensar que nadie puede amarte más que yo. Eres todo lo que quiero, eres todo lo que necesito, amor.

Bésame lejos de la multitud, en nuestro nidito, en nuestra intimidad, por la noche, bésame bajo el dulce amanecer con una rosa, bésame al atardecer… Pero bésame siempre. Bésame si me amas. No dejes nunca de besarme...

No, no me beses en los labios si no me amas, pero quiéreme por favor. Abrázame una vez más, como si fuese el último. Un abrazo que sea eterno, si no me quieres dar un beso.

Habla al corazón, a solas, dile que te quiero, ya no sabré a dónde ir sin ti. Cuánto lo siento si te he hecho herir alguna vez… Por última vez, díselo al corazón.

Júrame si es verdad que el amor te toca, que te acaricia y puede durar toda una vida, júrame que existe. Vuelve a mí si es así y di que me amas…

Necesito que regrese el brillo en mis ojos y que no sean de llorar. Hasta hoy evité una pasión, pero dile al corazón, a solas, lo que tengo que hacer. Pues no puedo evitar dejar de derramar gotas de agua que ruedan sobre mis mejillas.

Yo soy parte de tu recuerdo, soy la que te hace soñar ahora. Seré tu ilusión por unos segundos. Dile al corazón lo que deseas y todos tus deseos se cumplirán.

Las dos palabras, que tanto deseamos oír en estos momentos, están llenas de dolor, y como mis ojos, lloran sin cesar…

No dejo de pensar que no hace una falta una razón si se rompe un corazón ni que merece la pena amar a nadie con cada uno de los pedacitos, porque los romperá de nuevo… Una y otra vez…

Dicen que el amor es difícil de encontrar como una aguja en un pajar… Pues yo quiero caer en ese pajar y clavarme la aguja…

Ven, acércate, te quiero hablar… Cuéntame al oído aquí tumbados, mírame y dime algo que no sea un adiós.

Ven, y no me digas 'adiós'.

Basta ya de tanta estupidez, basta ya de tanta hipocresía. ¡Basta ya!

No soporto la mentira, la falsedad, no soporto a los cuentistas ni a los fantasmas…

¡Cállate! Y escúchame de una vez por todas… Porque a ti te he escuchado bastante y aún así me has tapado la boca. Ya no oigo cosas bonitas y aún así presto atención.

¡Se acabó! Ahora me vas a escuchar tu a mi, quieras o no. Tus palabras fueron golpes peligrosos para mí, tu creencia fue un atentado contra mi persona, tu sonrisa fue un gran puñetazo en mi cara y tus miradas fueron cortes con una daga… Ya estoy suficientemente herida, ¿no crees? ¡No me hagas más daño!

¡Cállate y pídeme perdón! Ese perdón que llegará tarde, como siempre, a mis oídos, o quizás en esta vez, ya no vuelva a visitarme nunca más.

No te tires flores… Pues no te mereces ni una sola flor. No seas orgulloso en estos instantes, porque ya sabes dónde te lo tienes que meter…

Quiero decirte algo y nunca más me vas a oír…

No me vuelvas a meter el dedo en la llaga, pues ya sabes que estoy dañada, y ya no siento dolor. Ya no sé qué es lo que siento… Quizás nada… Con tantas heridas…

Ya no creo en el dicho popular de “el tiempo acabará paliando el dolor, el recuerdo o el vacío que uno puede sentir”. Ya no… Ya nada me va a curar, estoy vacía por dentro. Ni amor, ni odio, ni rencor, nada… Vacía, totalmente vacía.

Quiero que escuches mis gritos: ¡Basta! ¡Cállate! No te perdono, no tienes moral. Haz una reflexión y pon fin a mi dolor. Sólo el ignorante puede obrar mal, pero no me hagas esto tú, por favor, te lo suplico…

Ansío retenerte, ansío tantas cosas que ya no tengo fuerzas. Estoy herida. Ni las vendas y tiritas podrán frenar el riego.

¡Cállate! No me juzgues, no me acuses más. Los dos sabemos quién se equivoca aquí. No me vuelvas a decir que hay alguien que se preocupa más por ti que nadie, mientras me pides que sea yo quien te mime. No me vuelvas a decir que estás concienciado en olvidarme mientras te vas con otra, mientras quedas con ella y le llenes de ilusiones en su mente, de halagos y le lleves por ese camino de rosas…

No me vuelvas a clavar la navaja en el corazón, pues ya no hay puñal que me duela.

No me vuelvas a llamar Princesa, ni me digas que me quieres, pues no son formas de decirlas con otra persona delante, de la cual quiere tus besos, por muy caros que digas que son. Pero esto no me hace daño, porque sé como eres.

Pero no me vuelvas a decir que no doy ni un ápice de nada. Cada palabra que sale de tu boca y cada movimiento en falso que realizas, doy un paso más atrás de ti. No moveré ni un solo dedo por ti. Nunca más. Y dejo el camino libre para ti y tus fantasías. No pretendas darme lástima ni celos, pues no conseguirás nada.

Y yo te digo que el que crea que todo está perdido, o que da por batalla perdida (sin pelear, sin luchar, sin hacer nada)… No hará falta que lo crea, pues ya estará hecho.

¡Cállate por favor! ¡Pídeme perdón de rodillas! Pues yo también tengo orgullo.

Te diré una cosa más para finalizar. No te saldrás con la tuya y todo el mundo sabrá cómo eres en realidad, cómo actúas y cómo sobreactúas. Cuando eso suceda, no quiero volver a oír ni una sola lamentación. Ni una sola crítica de nadie. No te lo permitiré.

¡Cállate! Que estarás más guapo…

He llegado a la conclusión de que los chicos (aunque yo tampoco…, a decir verdad) ¡¡NO SABEN LIGAR!!

Todos los inexpertos suelen teclear “cómo ligar” en Internet. Es mas, una vez que hayan creído que han adquirido una gran información de cómo se hace, dónde se hace, porqué se hace, e incluso con quién se hace… Se frotan las manos creyendo que lo van a lograr... Quiero dejar claro que si siguen sus pasos, seguirán siendo unos auténticos inexpertos…

Es una gran gilipollez todo lo que cuelgan en ese mundo de la navegación. Porque no funciona… Créenme… ¡No funciona! ¡¡Maldita sea!!

Os explicaré ciertos detalles para que os enteréis de una vez por todas. Sentí curiosidad por saber porqué se volvían unos memos, como robotizados… Cliqué en la primera página que aparecía, y explicaba que había 30 reglas para ligar… Para empezar, ¿en qué estáis pensando? ¿que vais a jugar a una partida de cartas con vuestro ligue?

En fin, la regla nº 1 decía así: “Habla, no te cortes”. A veces creo que tienen que matizar más, porque por lo general hablan por los codos, ni con bozal se callan con tal de hipnotizar a la chavala… Que a veces lo logran por cansinos… Hablan sobre idioteces y cuando observan que la mujer le sonríe, cree que va por muy buen camino… ¡Pues no es cierto señorito! Sonreímos porque en ese momento no os estamos escuchando, sino que estamos mirando al guapetón que esta detrás de vosotros.

Regla nº2: “Sentido del humor” o “Romper el hielo”… Sí, hay que ser simpáticos para tener una buenísima impresión a simple vista… Pero ¡coño! Sentido del humor no es decirle:

- Qué bonitas piernas… ¿a qué hora abren?

- ¡Gilipollas! ¡Mal nacido! ¿¿Me llamas puta acaso?? ¡Vete a la puta mieeerrdaaaaa…! (eso es lo que contestaría yo)

- ¿Bailas? ¿No? Entonces… de follar no hablamos ¿no?

- (Yo no diría ni mú… Pero le arrearía una torta… Por espabilado…)

- ¿Le importa si la miro durante un ratito? Quiero recordar su cara para mis sueños.

- ¡Piérdete de mi vista pervertido!

Luego dice algo de autocontrol, autoconfianza,… Palabras que van acompañadas de “auto”… Creo que ponen esas cosas como de relleno en la web…

Sin embargo, en la norma nº 7 dice que hay que ocultar el juego… Pero si ya sabemos a que vais los chicos… Que norma más estúpida, por favor…

Me llamaron la atención varias normas, que las voy a relatar a continuación:

Regla 15: “No poner todos los huevos en la misma cesta. Trabájate por lo menos dos o tres ligues a la vez, por si alguno te falla. Esto no es muy ético, pero es muy práctico, que le vamos a hacer”….

¿¿¿¡¡¡¡!!!!???

Mira gilipollas número uno… Me vienes en ese plan y te vas a comer tu propio aparato reproductor… Finamente… No admito chulerías en mis ligues. Chicos… Es increíble que lo veáis como si fuesen superhéroes, y por si no lo sabíais, los superhéroes, al igual que los adonis, ¡NO EXISTEN!

De la regla nº 18 al 21, dice algo así como que no perdáis el tiempo, que el que la sigue, la consigue, que seáis atrevidos, y que tengáis cierto punto de sinvergüenza… Quiero creer que a lo que se refiere aquí, es que seáis originales con la chica, que seáis pícaros, ser un buen amante. Pero hay ciertas personas que se confunden ciertos tipos de atrevimientos… Me explico….

- ¿Te puedo besar? (Y automáticamente entrarle al morro sin mediar palabra)

- (Enviar un sms) “Platanito juguetón busca rodajita de piña para realizar macedonias espodáricas. Se aceptan frutas tropicales para combinar, abstenerse pasas”

Con estos dos ejemplos, quiero decir, que no es el tipo de atrevimiento que queremos nosotras. ¿Queda claro?

La regla nº 24 va dirigido a casados/as, que no recurráis al viejo truco de que te llevas mal con su mujer, sino que tenéis que decir todo lo contrario, que os va de maravilla, que es un matrimonio perfecto, pero que ella (el ligue) tiene algo que ninguna tiene…

Lo dicho anteriormente; ME VIENE ASI Y SE COME SU PROPIO... bla bla bla bla…

Por último, no entiendo la regla nº 29: “Celos: Dale celos de vez en cuando”… ¿De qué vais? ¿Así ligáis? Luego no me extraña que no os comáis ni un rosco en la puñetera noche…

Por favor, me gustaría escuchar vuestra opinión y saber cómo ligáis. Sería un puntazo para mí.

Agachada en este rincón, permanezco en silencio en esta inmensa habitación sin salida, con los ojos cerrados observo como crece este cuarto sin fin. Veo en este sueño un paraíso sin color… Hoy me quedo sin palabras. Mirando a la vida pasar como fotografías proyectadas sobre una pared, permanezco quieta y en silencio. Hoy me quedo en silencio, pues no tengo palabras para definir esta situación.

Sshhh… Silencio… De pronto oigo un susurro… Abro los ojos con expectación. ¿Qué pasa? Sin pestañear, estoy en silencio. Oigo una voz de fondo… Me vuelvo a la gran habitación, sentada en el suelo. Un murmullo que se oye como muy lejano, cada vez se va acercando esa voz, y más grave es su tono. ¿Qué dice? Me está relatando un cuento:

“Te contaré que un día todos los sentimientos del mundo quedaron para jugar, entre todos decidieron jugar al escondite, sorteando, quedaba la locura a contar. Te podías esconder en cualquier parte del mundo, donde quisieras. Así todos pensaron en un lugar adecuado para cada uno, como por ejemplo la soledad, que se escondió en lo más profundo del mar, la vagancia ni se escondió, la alegría en el arco iris, la pena en la lluvia, el enfado en la tormenta, la felicidad en las estrellas… Y así todos los sentimientos. Pero el amor no sabía donde esconderse, y vio un rosal. Decidió esconderse allí, entonces cuando la locura llego al rosal, le pareció escuchar a alguien entre las rosas. Arrancó una espina de un rosal y fue pinchando rosa por rosa… En una de las veces, le dio al amor en los ojos…”

Le respondo: Por eso, desde ese día la locura le prometió al amor ser su siervo, y de ahí viene que el amor es ciego. Es un cuento fascinante, pero es tan sólo un cuento…

De pronto salgo disparada de aquel rincón, como si se soltara de los dedos un globo inflado…

Caigo de golpe en el suelo y cuando vuelvo a abrir los ojos tan sólo veo el color blanco… Silencio… Aturdida… Es mi vestido blanco, todo era blanco a mi alrededor, y alzo la vista. De repente escucho:

“Cristina, ¿aceptáis por esposo a este hombre y vivir con él conforme a la ley de Dios en el estado de matrimonio? ¿Le amaréis, consolaréis, honraréis y cuidaréis en la salud y en la enfermedad y, renunciando a todo lo demás, le seréis fiel hasta que la muerte os separe?”

Con los ojos muy abiertos veo al fondo una chica vestida igual que yo, responde con una afirmación y termina el ritual diciendo:

“Yo, Cristina, te tomo a ti, Fulanito, como esposo desde hoy y para siempre. Para lo bueno y lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte el resto de mis días, hasta que la muerte nos separe, según la sagrada ley de Dios, y además, doy mi palabra de casamiento.”

En estos momentos me quedo estupefacta… En silencio… Sin poder articular ni una sola sílaba de mi boca…

Vuelvo otra vez a estar en la misma posición inicial, agachada con los ojos cerrados, pero en esta vez, encadenada. Un alguacil me quita los grilletes de hierro y me dice:

“Levante la mano derecha, por favor… ¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, por la gracia de Dios?

Le respondo temblorosa: Lo juro…

A continuación me alza la voz el juez: “¡¿Qué te ocurre?!

Cierro rápidamente los ojos y el silencio vuelve a reinar en este preciso momento y grito entre sollozos: ¡AH! ¡¡ESTOY ENAMORADA!! No puede ser…

Aliento que me provoca

Mirada que me convoca amor

Susurros del silencio

Sonrisa iluminada para amar

Tocando el corazón izaré al cielo

A volar todos mis sentimientos

Quiero amarte cada día

Hasta el fin de mis días

A sentir la magia del querer

La pasión me llevará junto a ti para siempre

Y mientras con acuarelas te pintaré

En mi templo del placer

Lleno de colores te esperaré.

Aún recuerdo el día que nos hemos amado profundamente, el día en que nos hemos hecho un solo ser, con deseo, pasión… Si tienes un vago recuerdo de lo que pasó, te haré recordar tal como fue, tan solo tienes que buscarme con los sentidos, con la mirada…

Cada día, cada noche, cada segundo recuerdo nuestros encuentros clandestinos.

Todo empezó como un juego… Lo tenías todo planeado, lo supe desde el primer instante en que te vi, pero no me importó, me dejé llevar por los impulsos.

En esa noche tan mágica, sentados frente a frente, sin decir ni una sola palabra, tan solo oíamos un murmullo de fondo, como si solo estuviéramos tú y yo, mirándonos a los ojos. Me deseabas, me desnudabas con la mirada y yo… Yo jugaba contigo.

Hubo un momento de la noche que quise estar sola, pero fue imposible, estabas tú. Me sonreías, y cada vez te tenía más cerca. Me sentía acorralada como una presa inofensiva, perdida,… Intentaba huir, pero me sedujiste. En esos momentos mi estado emocional cambió.

Bailando juntos, con los ojos cerrados, me acariciabas la piel… Mi corazón palpitaba cada vez más rápido. Estaba perdida entre tus brazos. En aquel lugar, solo se escuchaba la melodía que había en el ambiente, el sonido del mar, la brisa.

Tus besos me llenaban de pasión y de locura, me provocabas sin parar, besando mi cuello, haciéndome un ligero masaje por la espalda, mordiendo mi oreja…

Al oído me pedías que me escapara contigo, me llevarías de viaje al paraíso: “Un bello viaje hasta los confines de la tierra, donde te mostraré todos los placeres de esta vida, un lugar donde las preocupaciones desaparecen y sólo existen las ganas de amarte”.

Recuerdo aún ese día en que te miraba con admiración y a cámara lenta vi como tu sonrisa, tu mirada brillante me hacía sentir tan dichosa en este mundo, me hiciste sentir la mujer más feliz del mundo diciéndome esas palabras que estaban llenas de sinceridad.

Me cogiste de la mano, sentí ese ardor en tu piel y empezamos a caminar…

Al llegar a casa, me enseñaste todos los rincones del piso y de esquina en esquina me dabas un beso, allí jugando a buscarnos, poco a poco nos fuimos acercando, mientras me tocabas el pelo, nuestros cuerpos se tocaban tímidamente. Tus manos recorrían mi piel, me entregué a tus caricias, me dejé amar. Estábamos los dos de pie sintiendo como el ritmo del corazón se disparaba por momentos, intenté respirar hondo pero se me hacía difícil relajarme, estaba tensa y te diste cuenta, me sonreíste.

Un beso a cambio de otro, una acaricia más,… “Eres preciosa”… me decías cada vez que nos encontrábamos con la mirada.

Nos teníamos muy cerca el uno del otro, vibraba de emoción, pero también estaba muerta de miedo, esa inestabilidad me tenía dominada, mis piernas temblaban, ya no sabía que hacer, sin embargo tú me besaste con hambre en mis labios jugosos, húmedos.

Deslizabas tus manos por mi cuerpo, intentando desnudarme, estaba especialmente excitada. ¡Tenía la piel de gallina! Respiraba tan cerca de ti que mi aliento ardía contra tu piel. Mi lengua sucumbió la tentación de probar de nuevo aquellos labios. Separé los míos muy despacio acariciándote los tuyos con la punta, despacio, muy despacio… Me mordías con tus ojos.

Nuestra pasión, el deseo se desató imparable, me acorralaste contra la pared. Te miré con ojos de felino, me agarraste con fuerza y agarrando mi rostro entre tus manos y me besaste como si el aire nos quemara, tu boca caminó sobre mi piel bajando por mi cuello hasta mi escote. Coloqué una pierna entre las tuyas rozándote. Apoyaste las manos en mis caderas deslizándose hasta mis glúteos apretándome más contra ti. Fue como una sensación de que el mundo se iba a estallar y reunimos todas esas emociones en un segundo. Nos quedamos mirándonos fijamente por un momento, suavemente al oído me dijiste “me gustas… me gustas mucho”.

Aún recuerdo el momento en que me tumbaste en la cama… ¿Te acuerdas? …

Hoy estuve de “limpieza” general en casa… Digo limpieza entre comillas porque en este mundo es imposible limpiar… En todo caso traspasas la mierda a otro lado… Y entre otras mierdas me topé con varios recuerdos. Un álbum de fotos de excursiones de cuando aún era mas enana… Notas de comentarios que había que escribir para dejar en el baúl de los recuerdos…

Hoy quiero hacer un pequeño homenaje a mi profesor de Historia de Galicia de 2º de Bachillerato, que nos daba clase en el insti de Elviña, allá por el siglo pasado…

Era, o es, un profesor cojonudo, de esos que hacían la vista gorda cuando copiabas en el examen, el que se preocupaba por el estado anímico de su alumnado (algún que otro graciosillo, para no ir a las clases, hizo que estaba muy mal, que no se encontraba bien, que se mareaba… después de fumarse un porro que te cagas…., y el tan inocentón se lo creía, de que estaba o indispuesto o que no había desayunado esa mañana…)

Casi siempre decía lo que iba a caer en los exámenes, y sus exámenes eran especialmente peculiares. ¿Por qué? Porque escribía introducciones de este tipo:

“Escolle tres das seis cuestións propostas, distribuíndo a escolla do seguinte xeito: Dúas cuestións de entre as catro primeiras e unha de entre as dúas últimas (ou sexa, responde a dúas das preguntas que van numeradas 1 á 4 e unha das preguntas que van numeradas da 5 á 6. ¡Ou sexa, de entre as catro primeiras contesta a dúas e de entre as dúas últimas escolle unha!)

Nota: Escolle as preguntas que che gusten máis ou as que che disgusten menos.”

¡Ay! Pero qué tierno era el profe con sus explicaciones, que después de leer semejante introducción del examen llegué a la conclusión de que nos tomaba por gilipollas… Aunque de cierta forma sí que lo éramos…

Pero ese examen fue histórico para mi… ¿Por qué? Porque suspendí de la siguiente manera:

Profesor: ¡Oh! ¡Cristina Besteiro! ¿Y estos folios? ¿Estás copiando el examen? ¿Estás dando el cambiazo?

Yo: Mmmm… No… ¿Quién dijo copiar? Yo sólo estoy contrastando las respuestas…

Profesor: ¡Señorita Besteiro! ¡¡Está usted copiando!!

Yo: ¿¿Ah si??

Llegué a casa y se lo conté a mi santa madre, y le dije que el profesor, por encima mi tutor, quería hablar con ella. La respuesta de ella no fue una torta por copiar… Sino que me llamó gilipollas… Que a ver qué cara le iba a poner cuando le vea y oír su exposición.

Pasaron las horas, los días… hasta que llegó el día D. Creí que ya no había marcha atrás, que ya se acabó mi sueño de ir de vacaciones a algún sitio, que me quedaré todo el verano estudiando Historia de Galicia…

Cuando volví a casa, le pregunté que tal había ido la hora de tutoría… Mi madre me sonrió y me dijo:

- Te va a hacer un examen mañana, así que ponte a estudiar!! Eso sí… que la próxima vez que algún profesor me llame para ir al colegio, que sea para explicarle lo bien que educo a mis hijos… No volveré a mentir jamás a un profesor… ¡¡Decirle que estabas asustada!! Porque no te dio tiempo a estudiar… ¡Que nunca habías copiado! Y que por una vez que lo hacías te pilló… Que con lo buena estudiante que eres…”

- Pero mamá, si soy una pésima estudiante…

- Si hija, sí… Ya lo sé, pero… ¿Qué preferirías? ¿Qué le dijese que efectivamente eres “miss chuletas”? Y cargarte la asignatura hasta fin de curso… O, ¿darle la razón de que cometiste un error, de que eres una de sus alumnas más “estudiosas” de sus clases? Y darle la razón también de que no nos imaginábamos a ti copiando… Bueno… Yo sí…

Le di un beso a mi madre y me puse a estudiar…