Las flores de mi vida

Published by Shushyma under on 12/02/2010 11:47:00 p. m.


Puedo olvidar todo lo que me dijiste o dijiste al ajeno. Puedo olvidar lo que hiciste, pero jamás me olvidaré todo el dolor que sentí gracias a ti.


Me resultó increíblemente difícil de creer que todo sucediera tal y como sucedieron las cosas, no lo asimilé con el paso de los días posteriores, porque yo también estuve allí a tu lado, creyendo en ti y no lo vi venir, aunque ahora estoy casi segura de que en el fondo sí lo sabía. Pero también sé que estarás todo el rato mintiendo y ya no puedes parar… Pero date cuenta de que, tarde o temprano, las mentiras hacen sangre hasta a uno mismo…


Desde aquí te aplaudo efusivamente por esa facilidad pasmosa de engañarme. He visto callar a todo el mundo, incluso al sol y a la luna. Me impresiona que tantas mentiras invadieran en mi vida, ahora ya todo da igual, ya nada queda lo que un día fue, ni siquiera cenizas de aquella obsesión mutua. Fue un desengaño más de otros tantos, y este amor traicionero no se recompondrá, ni lo perdonaré jamás.


Todo lo que en un día dejaste huella, desapareció con el paso del tiempo, a base de reflexiones y de quererme más a mi misma y dejarme sentir otras caricias para curar el dolor.


Llegué a la conclusión de que no hay nada más patético que llorar por una persona amada que nunca amó en la vida ni a la vida, pretender llenar un vacío odiándolo sin piedad. Y todo ¿para qué? Para nada…


No quería asumir una realidad tan pronto, de que antes de conocerlo también tenía mi propia vida sin él. Ahora digo siempre que hay que mirar hacia adelante y no derrumbarse más.


Ahora sólo quiero saber si todo lo que viví contigo fue real. ¿Cuántas veces eras tú y cuántas no? Pero hoy sonrío con desmesura. Soy muy feliz.


El mundo cambió para mí, de blanco y negro, pasó a color y respiré la alegría que había en él.


Hasta que un día decidí hacer un gran ramo de flores…


Junté una acacia amarilla para demostrar que ante todo tengo elegancia, dignidad y además de tener un amor secreto, que eres tú. Varias amapolas blancas para que mis sueños se hagan realidad, y como estoy llena de esperanza, añadí al ramo campanillas de invierno e iris blancos. Un jazmín blanco como muestra de amabilidad y como me quiero aferrar a ti, adorné un poco de glicinia.


En el momento en que junté azucenas y flor de lis, porque mi corazón inocente está lleno de fuego, de llama, tuve que poner rosas blancas y rojas por esta mezcla de sentimientos.


Pero también pedí una flor, para que mantengas esa promesa que me hiciste un día, una flor del ciruelo y muchos nomeolvides (no es necesario decir porqué ¿no?).


Hoy en día suspiro por ti, y los claveles rojos invaden parte del espacio del ramo y hacen hueco para los tulipanes rojos, porque al fin y al cabo esto es una declaración de amor, y del verdadero, así que también está el mirto por medio, con los tulipanes para que así hagan más fuerza al amor.


Y por último, el día que vaya a ser la mujer más feliz del mundo, espero estar rodeada de millones de calas blancas y de todos los colores posibles, también lirios del valle y peonias blancas, ya que el color blanco significa pureza, elegancia, nobleza, perfección… Y este color me hace sentir libre contigo.


Y sí cariño, te estoy hablando de ti ahora mismo… Hoy te llenaría de crisantemos rojos para decirte que te quiero mucho y es que mi adoración eres tú, mi girasol.


¡Quiero que este ramo de flores dure para siempre!