Te confieso...
Published by Shushyma under on 3/30/2009 05:54:00 p. m.
Me gustas desde hace muchísimo tiempo, pero nunca te lo dije porque mis probabilidades de ser correspondida eran nulas, no cabía ni una milésima de posibilidad de que te fijaras en mí.
Así que traté de olvidarte en ese sentido y pasar página a esa ilusión. Mi razón decía que los amores imposibles serían siempre imposibles, una fantasía… Pero mi corazón soñaba con tener a alguien como tú, especial.
Con el paso del tiempo cambié de parecer, simplemente te tenía cariño, aprecio y te convertiste en mi mejor amigo. Te contaba mis penas y mis glorias, pero nunca te confesé lo que pensaba de ti realmente, simplemente te decía que te adoraba…
Ahora he de confesarte una cosa; cuando llegaste el primer día y te bajaste del coche a darme un fuerte abrazo, algo dentro de mí crujió. Estaba tan feliz…
Cada vez que pasaban las horas, más nerviosa me ponía a tu lado, algo no me parecía normal, algo fallaba en mí. A pesar de que estaba pasando una mala época, desde que apareciste, mis problemas y quebraderos de cabeza se desvanecieron, sentí paz, tranquilidad. Sabía de sobra que las cosas iban a cambiar y eso me hacía sentir bien.
Cada vez nos acercábamos más, nos buscábamos excusas para tocarnos, rozarnos… Llegué a desearte tanto que me contuve por miedo a tu rechazo, el querer besarte y no poder hacerlo porque una morena se interponía entre nosotros dos. Desde que sentí que mis sentimientos volvían a aflorar, mis ojos se clavaron en ti, de repente te tenía en mente las 24 horas del día. Fuiste mi mayor preocupación.
Hubo momentos en que todo me parecía excesivo, fuera de lo normal y es que tú me hiciste sentir cosas que no quería que salieran a la luz hasta pasado un largo tiempo. Me provocaste. No me parecía el momento apropiado para volver a querer a alguien y desearle. Además no pude evitarlo, tenía tantas ganas de ti que te soltaba indirectas, casi te pedía a gritos que te acercaras un poco más, tan sólo que tus labios rozaran los míos, quería cerrar los ojos y sentirte una vez más.
Cada vez que te miraba, más me paralizaba tu mirada y tu sonrisa, me volvías loca con un simple gesto. Cada vez que apoyabas tu mano en mi pierna, miraba para otro lado y me mordía la lengua, pues no me quería enamorar de ti. Pero creo que ya era demasiado tarde, me emocionaba tanto que me parecía increíble. Nunca me había pasado nada igual con otro.
Me di cuenta de que te quería como algo más que un amigo, el día que te di el último beso de despedida, te iba a suplicar que te quedaras a mi lado y no lo hice porque no era nadie para pedírtelo y era lo que tú querías por aquel entonces.
No lloré hasta que sentí que ya estabas demasiado lejos de mi, lloré al saber que te había perdido y sigo llorando por ti.
Me da rabia pensar que lo más probable es que seas otro capítulo más de mi vida, y es algo que no quiero que sea así finalmente. Me da rabia pensar en que “fue bonito mientras duró…”
Ahora que han pasado unos días desde tu partida, mis sentimientos hacia a ti son seguros, ya puedo decir que te quiero, pero sin quererlo surgen ciertas dudas y cuestiones aún sin resolver. Sin conclusión.
No soy capaz de decírtelo a la cara porque no sé que sientes tú por mí. Es el miedo a que me des un no por respuesta, que me digas que no puede ser, miedo a que me rechaces, por eso antes de oírtelo decir, prefiero no decirte nada. Pero si algún día sucede de que me digas que te has fijado en mi, no dudaré en expresar todo lo que siento. No me lo pensaré dos veces.
Sufro al pensar que no puedo estar a tu lado ni volver a verte. Siento tristeza al pensar que puedo amar al hombre que nunca me va a querer, al igual que siento tristeza cuando no podemos hacer nada para estar juntos. Me emociono al recordar todos los besos que me has regalado. No logro encontrar las palabras adecuadas para decirte que te quiero sin que te asustes, porque ahora te quiero con todo mi corazón. No me importa que en un futuro próximo no vayamos a ser algo más que amigos, pues me encantas y doy las gracias por haber tenido la oportunidad de haberte conocido y saber que puedo contar contigo sin dudarlo, tener tu amistad que tanto me importa.
Sueño con despertarme a tu lado, mimarte cada día y adorarte como hasta ahora. Deseo que me quieras del mismo modo que yo te deseo y podamos permanecer juntos cogidos de la mano. Te ofrezco en estos momentos todo mi amor, mi cariño, mi compañía, mi complicidad y la plena confianza.
Tengo todos los sentimientos a flor de piel y tan sólo tengo ganas de amarte y entregarme por entera a ti. Quiero luchar por ti y por tu felicidad. Quiero que tu último pensamiento que tengas al final de día sea yo.
Aún así, te quiero decir que ojalá encuentres tu felicidad si no es conmigo, de corazón te digo que cuando llegue el día me alegraré por ti, te lo mereces. Te deseo lo mejor.
Todo esto que te digo se resume en un te quiero. No lo olvides jamás.