Una mujer

Published by Shushyma under on 10/01/2009 03:41:00 p. m.


Hoy quiero hablar de una mujer que se merece este protagonismo.


Una mujer que me encanta tal como es, con todos sus defectos, por ser ella misma, aunque la tachen de ser una persona de fuerte carácter laboral…


Aquella que es inquieta y habla como una ametralladora, tu-tu, tu-tu-tu, tu-tú, no por machacante sino por rápida, y que se desespera al oírme por mis respuestas pausadas, envueltas con misterio, muchas veces lo hago adrede y otras porque pienso en cómo contarle mis cosas.


¡Me encanta esta mujer! Porque desde que le dieron una mala noticia, rebosa de felicidad, con multitud de planes pendientes por hacer, la admiro por cómo es capaz de recortar una gran sonrisa imaginaria y pegarla en cualquier cara del problema o marrón.


Me ha dejado sorprendida estos días que incluso es capaz de sorprenderme aún más no chillándome, sino pegándome un grito árabe, el zaghareet que tanto me fascina.


Para ti, te dedico este post, felicidades mi reina mora.




¿Hasta cuándo?

Published by Shushyma under on 9/03/2009 12:23:00 p. m.


Echo de menos su presencia, oír su voz. Echo de menos abrazarle y olerle… Ya no recuerdo cuál es su aroma…


Aún no he cerrado con llave el baúl de los recuerdos, donde están nuestras vivencias y nuestra ilusión…


Me encantaría volver a verle, sentir de nuevo esa excitación máxima cuando ponía su mano en mi pierna mientras conducía. Me encantaría volver a sentir aquella plenitud, no necesitaba nada más que a él. Era feliz… Era muy feliz.


Recuerdo que el deseo, el ansia y la felicidad reinaban en mi vida y me motivaba para luchar por él y estar llena de esperanza. Era energía positiva.


Un día dije: “Me da rabia pensar que lo más probable es que seas otro capítulo más de mi vida (…). Me da rabia pensar en que ‘fue bonito mientras duró’. (…)”


¿Y sabes qué? Me hago la fuerte como si no me importase ni lo más mínimo, pero no soy fuerte… Soy demasiado frágil porque me importa tanto y más. Mi corazón da un vuelco cada vez que leo su nombre o me lo mencionan. Aún me duele su ausencia, el no saber nada de él, el no poder decirle ‘te quiero’, porque ahora me tengo que morder la lengua y callarme. Sin embargo a veces pienso que quizás fue lo mejor…


Me sorprendo cuando me paso cada noche rodeada solamente de chicos que me hacen reír, meterse y ponerse cariñosos conmigo, pasar 6 horas de local en local hasta altas horas de la mañana, de copa en copa, brindando por cualquier cosa.


Me halaga saber que algunos estén interesados en mí, aunque no me agrada que otros tan sólo quieran acostarse conmigo, y esto no es nada nuevo para mí. Aún así los rechazo…


Hubo una tarde que alguien me sacó una sonrisa porque me dijo: “Kris, acabo de ver la película ‘El Diario de Noah’ y he pensado en ti... Después de todo este tiempo, no he conocido a nadie que le siga queriendo como tú. Creí que esas cosas sólo pasaban en las películas, pero veo que no es así.”


Además un amigo mío, quien me quiere con locura me dijo algo que me sorprendió, porque también lo pensé alguna vez: “Siento una impotencia muy grande porque ella no hace nada por estar juntos, pero sé que me quiere como yo la quiero a ella, y ahora me gustaría estar delante de ella, darle un beso y darme media vuelta para no verla nunca más.”


Pues yo no le he dado ese beso, pero siento como si supiera que no lo voy a volver a ver nunca más y eso me entristece la verdad. Antes de que suceda esto, me gustaría verle para poder decirle ‘adiós’.


Dime… ¿Hasta cuándo voy a tener que esperar a que se termine esta agonía? ¿Hasta cuándo voy a estar enamorada de él? ¿Hasta cuándo…?






Mi perdición

Published by Shushyma under on 8/25/2009 01:42:00 p. m.


Le he visto y con sólo ver sus ojos y su sonrisa me ha hecho olvidar el cabreo que tenía con él. Es increíble el poder que tiene él en mí…


Hay una cosa que tengo muy clara, sé que tiene muchos más defectos de los que yo conozco, pero también tiene virtudes y por eso le valoro mucho como persona, a pesar de nuestras diferencias y nuestros errores.


Reconozco que me he pasado tres pueblos con él y siento mucho haberle dicho cosas que pudieron herirle. Sobraban ciertas palabras… Lo sé. Pero también me gustaría que entendiera que fue el sobrecalentamiento de aquel momento lo que hizo que soltara de mi boquita preciosa esas perlas…


Estos días, alguien muy cercano a él me hizo recordar que le sigo adorando como nunca y que todos nos equivocamos alguna vez y que nos arrepentimos. Gracias a esa persona, que sin haber hecho nada, simplemente hablar conmigo, ahora estoy tranquila y alcé la bandera blanca en son de paz.


En este caso, me alegré de poder verle de nuevo, aunque no sea de la forma que me hubiera gustado, pero sé que esta muy bien (y en todos los aspectos…).


Así de claro voy a decir una cosa: Él es mi perdición y no lo puedo evitar.


Con mi perdón y un beso, espero que él sepa que me tiene para lo que necesite, que ahí voy a estar siempre, a su lado.




No le entiendo...

Published by Shushyma under on 8/07/2009 01:37:00 a. m.


Primero quiero dar las gracias por el apoyo que estoy recibiendo estos días, y desde aquí, os mando millones de besos a cada uno.


Llevo una semana tristona y me está durando este dolo. Le he dado mil vueltas a la cabeza y…


No paro de pensar en cómo nos conocimos, en cómo me mintió y le perdoné, aunque luego nos hemos reído muchas veces por aquel hecho. Pienso en cómo fue evolucionando nuestra relación de amistad, en todo lo que vivimos (o mejor dicho, en todo lo que viví), por todo lo que hice por él y lo que él hizo por mí. Rememoré muchísimas conversaciones que tuvimos, frases sueltas. Recuerdo risas, discusiones, caricias, besos, abrazos… El compartir cosas también. Ahora solo puedo darle las gracias por haber tenido la oportunidad de conocerle y de quererle muchísimo.


Lo más triste es que a día de hoy, me da la sensación de que voy por la ciudad como un alma en pena. Tengo la mirada perdida, sin fijarme en un punto en concreto no veo nada, simplemente a él, su cara, su sonrisa. Se me llenan los ojos de lágrimas, a parte de que es por todo lo que siento por él, lloro también cuando me doy cuenta de cómo estamos estropeando todo, tiramos por la borda todos estos años que nos unió la amistad. Incluso por todo lo que dije en este blog durante estos meses… Leo y releo todos los post que escribí sobre él, todos los días.


Llevaba muchos días planeando una sorpresa para él, pero creo que no se la puedo dar y a lo mejor le iba a hacer mucha ilusión al igual que a mí. Pero no lo voy a saber nunca. Todo este tiempo que anduve ahorrando dinero, lo tendré que invertir en otra cosa.


Duele pensar: “Joder… Después de estar pendiente de él, de aconsejarle por su bien, de apoyarle, de animarle a hacer cosas, a conocer gente nueva, de hacer hasta lo imposible para sacarle una sonrisa ¿Me hace esto?”


Dolerá siempre, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos (Amén), aunque muchos me digan que existe una línea muy estrecha entre el amor y la amistad, y que a veces el hecho de cruzar esa línea, es peor que quedarse sólo como amigos. Pero no me importa, porque sé que él estará bien, con o sin mí. Es lo único que me consuela…


Una semana, por no decir tres… Intentando entenderle sus reacciones, que no se preocupase por mi ignorándome y acabo de descubrir que aunque no me hable, sé que me lee por aquí. No lo entiendo… ¿Por qué?


Resulta que no puedo llegar a comprender por qué se esconde de mí ahora… Quiero, pero no logro entender cómo es posible que un día me cuente una cosa y que a los cinco días posteriores me diga otra versión, que para colmo no me lo dice a la cara, sino a través de una notita, para que cuando yo llegase, lo viera…


En tan poco tiempo consiguió volverme loca con sus comentarios, y el no entender, aún más, su reacción. Él me hace confundir bastante las cosas…


Por eso, me gustaría pedirle un gran favor, aunque sea la última cosa que haga por mí. Quiero pedirle que recuerde la gran conversación, palabra por palabra muy despacio (si tiene lagunas, le ayudaré a recordar), le pido que se ponga en mi lugar, que entre línea y línea, lo vaya interpretando y diga qué es lo que hubiera pensado él, si fuese al revés.


Que me diga si yo estaba equivocada por pensar así, por interpretar mal lo que él textualmente dijo.


Después, daré el tema por zanjado y le dejaré en paz, si es que tanto le molesto y dificulto su vida. No quiero hacer la vida imposible a nadie.


Si en verdad estuviese equivocada ¿Por qué no se defendió? ¿Por qué no reunió todo el valor y las santas narices de frenarme, plantarme y decirme lo que me tenía que decir?


Por más que lo piense, sigo sin entenderle…


Es curioso ver como no es capaz de enfrentarse a mí, a defender su verdad, su versión definitiva, pero lo hace a “escondidas”, dejándome mensajes o notitas sin poder responderle al instante.


Creo que en esta historia no hay personajes buenos ni malos. Sino que somos dos personas, que por lo visto, definimos nuestros sentimientos de distinta manera, sin embargo, cuando a mi me importa y quiero a una persona, sólo tengo cabeza, corazón y ojitos para él, y las demás personas no existen para mí en el terreno sentimental. Me centro por la persona que quiero estar y no hay más historia. Eso es lo que siento yo ahora…


Ahora mismo, siento que él crea que le haya insultado por las cosas buenas que me ofreció, porque no es verdad. Se lo agradeceré siempre por eso. Al parecer, no entiende que le insulté por las cosas malas que él supuestamente me dijo que hizo. O lo que yo interpreté que él mismo dijo.


Da igual…


En realidad, la historia que tan mal le pareció, es la conversación que mantuvimos, pero interpretada por mí, tal como yo lo veía.


Siento de corazón este pequeño o gran malentendido, según como se mire… Esto me recuerda los seis meses que me costaron sin saber nada de él. A diferencia de aquel malentendido, me dolió porque era mi amigo, y en esta vez, me duele mucho más y lo paso mal porque no es lo mismo. Además, sufro cuando en mi cabeza no para de resonar una frase: “Te quise, te quiero y te querré siempre. De esto no lo pondré en duda nunca.”


Para todos aquellos que me conocéis, sabéis que doy infinitas oportunidades, basta con hablar las cosas, buscar dónde nos hemos equivocado, rectificar a tiempo y volver a empezar de nuevo. No hace falta que ponga un cartel que diga “te regalo una segunda oportunidad”, es sólo buscarme si de verdad me queréis recuperar. Incluso podría soportar escuchar “créete lo que quieras, que yo no te lo puedo demostrar”.


Para terminar, me gustaría hacerle saber, si no nos volveremos a hablar, que le deseo como siempre toda la suerte del mundo y que sea realmente feliz. Espero que él sepa que le recordaré como aquel chico que mimé.


¡Hasta siempre!




Bla, bla... Bla, bla, bla.

Published by Shushyma under on 8/01/2009 02:18:00 p. m.


-


- Me acabas de dejar flipado.


- Pues es lo que pasó y es lo que hay…


- ¿Os habéis vuelto a hablar?


- ¿Él y yo? Tú qué crees… Yo desde luego que no seré la que diga la primera palabra. ¿No te parece? No he hecho nada… Y él es demasiado orgulloso, debe ser que creerá que me agacharé las orejas otra vez y que le llamaré… Y no creo que deba hacerlo, aunque le eche de menos…


- Con lo bien que se te veía, por lo que me contabas…


- Ya… ¿Sabes? Esto me pasa por confiar en la gente, por creer cada palabra que salía de su boca. Pero he aprendido la mayor de todas las lecciones, y es que no puedo creer ni en falsas ni verdaderas promesas. Por prometer… Yo bien podría prometerte la luna, ¿no? ¿Cuántas veces te dije lo de “nunca te fíes de las promesas que te regala un hombre”? ¡¿cuántas?!. Ya no quiero promesas, ¿para qué? Quiero hechos…


- Pero Kris… Yo te prometí algo y lo cumplí, ¿o no?


- Tú no cuentas… Que eres la excepción que confirma la regla. Además, ya me da igual, me voy a convertir en lesbiana!! Y a ver qué tal…


- Jajaja ¡Boba!


-


- Pero, ¿de verdad no te quiso ni un poquito? Es que me resulta demasiado difícil de creer.


- ¿A si? Pues por lo visto no… No debí ser suficiente para él. Mira… Lo que más me duele es que fuera precisamente él quien me hizo esto. Mi mejor amigo durante muchos años, esa persona que defendí siempre y él aún no se dio cuenta de que estuve a su lado desde el primer día, incluso cuando vino a desahogarse a mi casa… Eso él no lo valora, y sino, es que se le ha olvidado por completo. Y como le dije a mi ex: “cuanto más te preocupas por alguien, más por culo te dan”. Y es así, lo digo por experiencia…


- Kris… Siempre supe que él era muy importante para ti. Pero si él no valora la clase de persona que eres, que vales muchísimo… Olvídate, será un gilipollas. Y la verdad es que me gustaría que lo arreglaseis, más que nada por ti. Y yo como chico que soy, nunca te cambiaría por nada ni por ninguna otra… ¡¡¡Ya!!! Ya sé que “no me ves con los mismos ojos que le miras a él”… Qué pesada eres con esa frasecita, ¿eh? ¡¡Envidia me da ese chaval, coño!!


- No lo sé cielo. Además estoy cansada de pelearme con la gente, cansada de tener estos estúpidos altibajos. No sé que debo hacer mal, no me doy cuenta del fallo… No consigo encontrar a alguien que me quiera y me haga feliz. Tener una relación estable y normal… Ya ves… Primero me salen príncipes, pero después del beso, me salen sapos… ¿Qué?... ¡¿Pero qué haces?!


- ¡¡Cásate conmigo, por favor!!


- Jajaja. ¡Sabes que no, chiquitín! ¡¡No puede ser!! Jajaja.


- ¡Joder! Yo flipo contigo… Quién te ha visto y quién te ve… ¡Estas enamorada capulla!


- Psss… Ya se me pasará. Dicen que es como la gripe…


- Oye… Si logras hablar con él, dile que más tonto no puede ser… Si yo soy él, no me lo pensaba dos veces. Iría a por ti, te lo juro, eso sí, tendría dos opciones de respuesta: una que me dieras una ostia olímpica, de las que tú sabes dar… O la otra opción del perdón, que me perdonaras y no haría más el gilipollas…


- Jajajajaja. ¡Eso si que ha sido muy bueno! ¡Qué va! ¿No ves que anda muy ocupado con sus cositas? Ahora que está a gusto… ¿Por qué será?... Jajajajaja. Y ahora hablando en serio… Él no lo hará en la puñetera vida, él tomó esa decisión, y yo la respeto… Así que estás demasiado lejos de acertar…


- ¡Bah! Ya hablaremos…


- Ya lo verás…





No lo repetiré más...

Published by Shushyma under on 7/30/2009 09:30:00 p. m.


He decidido operarme de los ojos urgentemente, ya que tengo un “ojo clínico” lamentable para buscar un buen chico, que quiera compartir su vida con la mía.


Ahora mismo estoy muy triste, decepcionada. No me siento arropada, me falta esa manta de amor, de cariño, de grandes dosis de alegría y felicidad. Ansío que me arropen lo más pronto posible.


Sé que me llevará tiempo olvidarte. Estaré de vacaciones sentimentalmente durante una temporada bien larga. Me va a hacer falta…


Tengo asumido que el hombre de la rosa azul, daba igual que fuese una rosa natural, de madera o de papel… No va a aparecer jamás al otro lado de mi puerta. Aún así esperaré en la puerta a otro hombre que me quiera de corazón, pero con la rosa arco iris…


Al parecer, este hombre de la rosa azul, se ha desviado de mi camino, prefirió y decidió coger la primera salida: separarse de mí. Huir, rendirse… Ser cobarde…


Esa persona que daría lo que fuese por ella… A aquella que tanto quise, y que aún quiero, a mi pesar… Esa que estuvo las 24 horas al día en todos y cada uno de mis pensamientos…


Nunca en mi vida creí que iba a vivir semejante historia cuyo final es totalmente surrealista, que ni en las mejores telenovelas habrían inventado un guión como el que viví… Demasiado culebrón… (Por no decir “demasiada víbora”…)


Pues sí, tenía pensado tantas cosas para ti, para verte sonreír día a día, hacerte feliz, hacer planes juntos. Pero tú solito ya tenías los planes hechos… Y desde hace algún tiempecito, ¿verdad?


Que quede claro que no me arrepiento de nada de lo que haya hecho, dicho y sentido por el hombre de la rosa azul que yo tenía en mente, es decir, por ti.


No se puede ser más cínico, rastrero y un auténtico cabronazo para hacer ciertas cosas que en su día me juraste que no lo harías. Que esas cosas no iban contigo… ¿Lo recuerdas?


Confiaba en ti, en que tenías buenos sentimientos, que ibas a hacer las cosas bien de una vez por todas, ibas a luchar...


Aún estoy tan sorprendida por lo bajo que has llegado a caer… No puedo creer que me adules durante tanto tiempo diciéndome que me querías demasiado, que yo era tu vida, que no me querías perder, y que además, el único miedo que tenías era que yo me enamorase de otro, incluso más joven que tú… Te demostré que no iba a ser así, fui tan fiel a ti como nunca pude ser en mi vida.


¿Por qué me dijiste que querías empezar una relación conmigo, que deseabas verme, estar a mi lado? ¿Por qué? Cuando en el siguiente capítulo me dices “Cari, he conocido a alguien, mereces saberlo, aunque tan solo fueron cinco minutos…” ¿Me lo merecía?


Te aplaudo, porque fue un gran detallazo por tu parte, llenarme de pajaritos en la cabeza, para luego no saber ni siquiera si te gusta o no esa chica… O mejor dicho, para luego darme una buena puñalada…


No vuelvas a prometer cosas. No prometas nada que no puedas cumplir, no prometas la verdad, ni ser justos por haber tenido un compromiso de palabra, ni que hayas cumplido… No… A mi ya no me engañarás más.


No me puedes querer diciendo incluso que debiste callar, mentirme y engañarme…


Estoy tan sorprendida que yo solo pido en esta vida que no tenga que ser tan hija de puta para ser feliz como lo estarás siendo tú.


Mi mas enhorabuena…




Se acerca el fin

Published by Shushyma under on 7/18/2009 01:52:00 a. m.


Me caigo al suelo, se me escapa una lágrima de dolor, pero me aguanto y me levanto dolorida. Me vuelvo a caer y me vuelvo a levantar, así una y otra vez… Hasta que acabo rendida en el suelo de la rabia entre la oscuridad…


Se van apagando las luces, se corre el telón, se cierran las puertas, las velas se van consumiendo, el viento se va... Las páginas del libro se acaban, la sonrisa se apacigua, las llamadas desaparecen, las palabras huyen, el color vivo oscurece... todo se termina, todo desaparece...


(Que nadie piense mal, solo es un estado de ánimo… Estoy cansada…)




Te odio

Published by Shushyma under on 7/03/2009 01:12:00 p. m.


Te tengo que dar las gracias por estos increíbles días, feliz por haber estado contigo, feliz porque tú me has hecho sentir ¡feliz!


Ahora pienso: ¿Qué puede haber más hermoso que el amor?

Ahora te digo: Te odio… te odio… te odio… ¡¡¡Te odio!!!

Dirás: Si la he hecho feliz, ¿por qué me odia ahora?


Pues verás… Quiero que sepas que yo ya no puedo vivir sin ti. Me desespero cada instante que no sé de ti, en cualquier momento del día.


He leído y releído más de 100 veces el post que escribí en marzo, el “Te confieso…”. Es mi post favorito. Me encanta porque lo rememoro, lo revivo una y otra vez. Incluso recuerdo el sonido de tu respiración mientras dormías y esas “caricias” que me dabas de vez en cuando.


Lo que más añoro son los abrazos, ya que me sentía tan protegida, cuidada y mimada. Me apretabas con tanta fuerza contra ti, que no me llegaba el aire a los pulmones… Me gustaba esa reacción y me sigue gustando. ¡Quiero más abrazos tuyos!


Ahora me siento inmensamente estúpida por sentir tantas cosas por ti, que no sé como reponerme y ser fuerte. Tan estúpida, que del odio que te tengo, te comería a besos.


¿Y sabes? Con el paso de los días, se me hacen cada vez más difíciles y largos. Te necesito de nuevo a mi lado, saborearte y que me mires como me miras siempre, con esos ojitos que si tuvieran voz propia dirían: “Te quiero Kris, eres mía”.


Te odio porque te echo tanto de menos, te deseo con ganas…


No hago otra cosa que pensar en ti, cada vez que veo tu rostro en mi memoria, cierro los ojos para verte mejor, se me encoge el corazón y rompo a llorar, como lloro ahora mismo al escribir estas líneas, recordándote…


Recuerda cuando escribí esto: “No lloré hasta que sentí que estabas demasiado lejos, lloré al saber que te había perdido y sigo llorando por ti”.


Siento en mi interior un vacío, como si me arrancaran una parte de mi, lo sé porque duele… Me duele que no estés conmigo, por eso te odio.


Y recuerda esta frase también: “Todo esto que te digo se resume en un te quiero. No lo olvides jamás”. (Y que te odio…)





Gente extraña: Hipócrita

Published by Shushyma under on 7/01/2009 07:01:00 p. m.


Estoy cansada de la gente que se crea muy lista, demasiada, exagerada, más de lo normal…


Puedo comprender que los problemas visto desde fuera son mucho más fáciles de solucionar, que los de uno propio. Pero no tolero esos aires de superioridad, como si yo fuese una auténtica inútil por no darme cuenta de lo fácil (que ven los demás) que es solucionar mi problema.


Estoy harta de tener que fulminar con la mirada como respuesta, en vez de decir:


“¿Y eres tú quién me va a organizar mejor mi vida? ¿Tú que me dices lo que tengo que hacer? ¿Tú que eres estúpid@ por no ver lo que tienes a tu alrededor? ¿Tú?”


Por si no se dan cuenta de lo que estoy diciendo, estoy harta de tanta hipocresía.


Por mucha o poca confianza que haya, no creo conveniente que se hable más de la cuenta, y aún sabiendo que, por no llamarlos “problemas” estúpidos, problemas muchos más sencillos no lo saben solucionar… Y no tiene porqué ser problemas en sí, también me refiero a temas de conversación. Que lo mejor es quedarse callad@ si no sabe de qué se está hablando…


Es evidente que todo ello, es hipocresía absurda…




Un encuentro inesperado

Published by Shushyma under on 6/30/2009 07:06:00 p. m.


Estábamos los dos tirados en el césped, riéndonos de la vida, disfrutando de nosotros, de una tarde maravillosa. Hasta que alguien tapó al sol de nuestra cara. Era ella, su ex, muy guapa a simple vista y preciosa fijándome bien…


(Ella) – Hola X, no sabía que estuvieras tan ocupado con tu amiga. Te buscaba porque quería decirte que a ver si podíamos quedar un día de estos a charlar… Sobre un tema que…


(Yo) – Emmm… No soy su amiga pero… (Me interrumpe)


(Ella) – Estoy hablando con X, perdona…


En ese momento me sentí apartada, marginada, abofeteada… Tan sólo la estaba corrigiendo, de que efectivamente no era su amiga, sino su novia. Pero reconocí lo que significaban sus gestos, su sonrisa y su mirada. No me gusto nada, sentí tantos celos que reaccioné como una fiera defendiendo a su cachorrito…


(Yo) – Mira, perdona… No sé a que vienen esos aires que te traes… ¿Por qué tienes tantas ganas de hablar con él? ¿Para qué? ¿De qué? Si casualmente, te molesta tanto que X esté con otra, es decir, conmigo, es problema tuyo, haberlo valorado antes, cuando podías, haberlo defendido y mimado como se merecía… Si intentas reconquistarlo, ¡adelante! No te lo voy a impedir, al fin y al cabo es él quién escoge, y si te escoge, me apartaré del medio, pero si no es así, déjalo en paz de una vez por todas. Porque yo sí le quiero y velo por su felicidad. Si él no es capaz de quererme, le dejaré marchar… Esto es una demostración de lo que tanto me importa una persona. No como lo haces tú, haciendo daño, incluso después de meses…


En ese instante, me levanté de suelo, soltando la mano de él, caminé campo abajo, sin darle opción a que ninguno de los dos me contestase.


Él no dudo en seguirme y me cogió del brazo para que me detuviera.


(X) – Kris… ¡Espera! Cómo bien dijiste, yo escojo… Y te escogería a ti miles de veces. Es a ti a quien quiero, y mi felicidad es estar a tu lado. Me da igual que mi ex viniera a incordiar… ¡¡Escúchame!! ¡Te quiero Kris! Y lo digo a los cuatro vientos: Te quiero y te querré siempre.


(Yo) – Pero tengo miedo de que te puedas ir de mi lado algún día, eso me dolería… Y sé que nunca se sabe lo que puede pasar… Yo te quiero…


(X) – Eso no sucederá, te lo prometo. Sería muy estúpido si te perdiera o te dejara marchar… Y de corazón te lo digo, haré hasta lo imposible para que lo nuestro florezca cada día. Lucharé para que no te marchites nunca…




( ENTRE PARÉNTESIS )

Published by Shushyma under on 6/28/2009 12:32:00 p. m.


No sé que me pasa últimamente, siento que un día de estos me levantaré de la cama y diré: “¡Hasta aquí hemos llegado periquito!”. Ojalá me despierte y vea que mi rutina haya cambiado…


Hay que ver cómo cambian las mentes a medida que pasan los años, en los que unos se casan, otros están comprometidos, otros están esperando una nueva vida que está por llegar… Yo, por ahora, no pienso ni en casarme ni tener retoños correteando por delante de mi.


Pero necesito lo fundamental para mi futuro: un compañero sentimental. Conocer ese chico que se aproxime al perfecto, al ideal…


Me explico…


Siento una envidia sana por aquellos que ya están en proyecto de, es decir, los que ya conviven juntos.


A mí me encantaría despertarme cada día con la persona que quiero y que me vea con mis pelos de loca mañanera. Tomar el desayuno en nuestra cocina, pelearnos para ver quien se ducha primero y terminar duchándonos juntos. Darnos un beso de despedida cuando salgamos de casa, y al final del día, regresar a casa contenta, sabiendo que alguien me espera para hacer el amor. Labrar nuestro futuro juntos, soñando escenas, acurrucados en el sofá. Reírnos recordando anécdotas pasadas y las de nuestra mascota. Discutir con él por pequeñeces para tener esas reconciliaciones maravillosas. Compartir mis ilusiones y problemas… Me gustaría probar esta experiencia, pero de momento me conformo con mi piso de soltera, que será de locura… ¿O no?




Hasta luego

Published by Shushyma under on 5/31/2009 09:41:00 p. m.


Llevo casi 24 años pululando en esta vida y año tras año, he conocido gente buena, otra mala, otra maravillosa y otra gente a secas… Que dadas las circunstancias, la mayoría se quedaron en el recuerdo.


Pero hoy quiero decir que ciertas personas las quiero a mi lado de por vida, y hoy, en concreto, quiero hablar de un chico maravilloso, al que admiro por su personalidad y por su persona. Lo conozco desde hace unos años y desde el primer día nos pusimos a hablar como si nos conociésemos de siempre, no hemos medido las palabras sin saber nada del uno al otro, porque supimos que seríamos grandes amigos desde aquel instante. Juntos nos hemos reído, enfadado, confesado, protegido, preocupado e incluso llorado.


Tengo que reconocer que al principio me llamaba mucho la atención nuestras conversaciones, porque coincidíamos en muchas cosas, pura casualidad o no sé qué era… Era como si él fuese mi “clon” en sexo opuesto, o como dice él: “mi alma gemela”.


Le estoy muy agradecida por haberme aguantado todo este tiempo, que pude compartir mis penas y alegrías. Un chico que supo decirme las cosas como él veía, y con las palabras adecuadas en cada momento, que eran sus pensamientos y opiniones; no me decía lo que quizás a otra persona quisiera oír. Por eso le quiero mimar por su sinceridad, simpatía, y porque a pesar de su edad, sabe lo que quiere en esta vida, admiro a la gente como él. Deseo que siga así en el resto de su existencia. Encontrará el amor que tanto añora cuando le toque… Aún le queda mucho por ver y vivir, como yo…


La única pega que le pongo a esta bonita amistad es la distancia que nos separa, ya que hubo muchos días que necesitaba un abrazo suyo, llamarle para quedar y tirarle de los pelos para que reaccionara, o que él me diera un tirón de orejas para que me espabilara. Necesitaba (y necesito) acercarme a él, sentarme a su lado para hablar, mirándonos a los ojos, y apoyarle en cada momento.


Pero dentro de unos días, él partirá y la distancia será aún mayor… Nos separará un gran charco de agua…


Así que cada vez que vaya a la playa, durante estos dos próximos años, miraré al horizonte y con mis deditos de los pies tocaré el mar, como una señal: me acordaré de ti siempre…


Hoy quise hablar de ti, David Alexandre. Desde aquí te mando un fuerte abrazo.


¡Saludos!




La sorpresa

Published by Shushyma under on 5/26/2009 04:25:00 p. m.


Las cortinas corridas, las luces apagadas, sola en casa. Acurrucada en el sofá, viendo una película cualquiera, con un bol de palomitas a mi lado. Un momento ideal para disfrutar de un par de horas en soledad.


De pronto sonó el timbre… ¿Quién podría ser a esas horas? Miré por la mirilla y sólo veía un hombre de espaldas. Decidí abrir la puerta para averiguar qué quería. Cuando se giró, me quedé estupefacta, no me podía creer lo que estaba viendo… Eras tú, sonriéndome con una rosa azul. No era capaz de articular ni una sola palabra, solo me limité a abalanzarme sobre ti y darte un fuerte abrazo y un gran beso, ese beso que parecía recuperar todo este tiempo que yo no pude besarte…


- ¿Me vas a dejar aquí toda la noche?... ¿Puedo pasar?


¡¡Pues claro que sí!! Mientras te acomodabas en mi casa, puse la rosa en agua. Después volví a estar frente de ti, sin saber muy bien qué paso dar a continuación.


- ¿Estas sola?

- No…

- ¿Cómo? ¿Hay alguien contigo?

- No. No estoy sola, estoy contigo.


Me echaste un visual de arriba abajo, me sentí un poco intimada por tu forma de mirarme. Te fuiste acercando... Notaba que el ambiente era cada vez más cálido. Clavaste tu mirada en la mía, esa mirada estaba llena de deseo, ardía…


Me acariciaste la cara. Cerré los ojos para sentir ese contacto, sentí tus labios sobre los míos… Al principio fueron besos tiernos, besos amigables, que poco a poco se convirtieron en besos apasionados, sensuales, me mordías con dulzura.


- Me gusta tu vestido… Es sensual…


Pero algo me decía que te incordiaba, querías quitármelo como sea, me desnudabas con la mirada. Te sonreí.


Me cogiste por la cintura, choqué contigo y me alzaste, en brazos me llevaste a mi habitación. Me sorprendió que acertaras cuál era mi cuarto, cuando nunca estuviste en él.


- Te deseo. Te ansío tanto…

- Y yo a ti…


Te dije entre susurros al oído. Una vez que me dejaste ponerme en pie, me cogiste por el cuello, tu mano fue bajando, palpando cada centímetro de mi pecho. Apretaste una… Luego la otra…


Me cogiste por el brazo e hiciste que me diera la vuelta con brusquedad, como si jugáramos al juego de dominador y dominada.



Con una mano me sujetaste mi vientre mientras que con la otra me acariciabas, moví la cabeza y por el rabillo del ojo vigilaba lo que me hacías… Apartaste mi melena al otro lado para saborear mi cuello y con pequeños mordiscos llegaste hasta el hombro. Logrando quitarme los tirantes del vestido. Tenía ya los pelos como escarpias… Respiré hondo…


Me cogiste de la mano y me hiciste apoyar sobre la pared. La otra mano que tenías sobre mi vientre bajó hasta el final de mi minivestido para levantarlo despacio, sentir como la tela dejaba de tocarme.


Con mi otra mano te agarré de los pelos, detrás de tu cabeza. Ya tenía los pezones erguidos, ya estaba preparada para tenerte dentro de mí y tú también lo estabas… Pero querías alargar ese momento para que el deseo fuera aún mayor.


Con el culo al aire, noté mejor la presión que había en tu zona… Nunca había visto esa habilidad de bajarse los pantalones en dos segundos, tan rápido…


Con tus dedos jugueteaste un poco las finas tiras de mi tanga hasta que se cayeron al suelo. Me manoseaste toda una vez más, palpaste mi zona prohibida.


Sentía como el clítoris se ponía rígido, se hinchaba… Esa sensación de pequeños pinchazos me ponía mala… Pedía a gritos que fuera acariciado, masajeado… Te diste cuenta y se oyó entre el silencio una risa pícara… Con tu dedo corazón, lo introdujiste dentro y solté un gemido de máxima excitación, lo estaba esperando…


Una vez medido mi estado de excitación, hiciste que me abriera un poco más las piernas y me incliné hacia delante, buscando la postura idónea… Y…


Llegó el gran momento, el fundirnos en uno solo… Me embestiste una y otra vez, un vaivén sincronizado, unas veces con suavidad y otras con fuerza, sentir que llegaba hasta el fondo.


- No pares… ¡Córrete!


Cada vez, el ritmo era más rápido, estábamos conectados, hasta que llegamos al mejor orgasmo de nuestra vida.


- Te echaba de menos…