Hasta luego

Published by Shushyma under on 5/31/2009 09:41:00 p. m.


Llevo casi 24 años pululando en esta vida y año tras año, he conocido gente buena, otra mala, otra maravillosa y otra gente a secas… Que dadas las circunstancias, la mayoría se quedaron en el recuerdo.


Pero hoy quiero decir que ciertas personas las quiero a mi lado de por vida, y hoy, en concreto, quiero hablar de un chico maravilloso, al que admiro por su personalidad y por su persona. Lo conozco desde hace unos años y desde el primer día nos pusimos a hablar como si nos conociésemos de siempre, no hemos medido las palabras sin saber nada del uno al otro, porque supimos que seríamos grandes amigos desde aquel instante. Juntos nos hemos reído, enfadado, confesado, protegido, preocupado e incluso llorado.


Tengo que reconocer que al principio me llamaba mucho la atención nuestras conversaciones, porque coincidíamos en muchas cosas, pura casualidad o no sé qué era… Era como si él fuese mi “clon” en sexo opuesto, o como dice él: “mi alma gemela”.


Le estoy muy agradecida por haberme aguantado todo este tiempo, que pude compartir mis penas y alegrías. Un chico que supo decirme las cosas como él veía, y con las palabras adecuadas en cada momento, que eran sus pensamientos y opiniones; no me decía lo que quizás a otra persona quisiera oír. Por eso le quiero mimar por su sinceridad, simpatía, y porque a pesar de su edad, sabe lo que quiere en esta vida, admiro a la gente como él. Deseo que siga así en el resto de su existencia. Encontrará el amor que tanto añora cuando le toque… Aún le queda mucho por ver y vivir, como yo…


La única pega que le pongo a esta bonita amistad es la distancia que nos separa, ya que hubo muchos días que necesitaba un abrazo suyo, llamarle para quedar y tirarle de los pelos para que reaccionara, o que él me diera un tirón de orejas para que me espabilara. Necesitaba (y necesito) acercarme a él, sentarme a su lado para hablar, mirándonos a los ojos, y apoyarle en cada momento.


Pero dentro de unos días, él partirá y la distancia será aún mayor… Nos separará un gran charco de agua…


Así que cada vez que vaya a la playa, durante estos dos próximos años, miraré al horizonte y con mis deditos de los pies tocaré el mar, como una señal: me acordaré de ti siempre…


Hoy quise hablar de ti, David Alexandre. Desde aquí te mando un fuerte abrazo.


¡Saludos!